La confianza que surge de lo desconocido

21.03.2024

Al igual que para que algo se expanda esto debe primero contraerse, pareciera ocurrir algo similar con la confianza. Para que esta aparezca en plenitud y no como una mera actuación suele ocurrir un paso previo en el cual se habita la desconfianza. Esta desconfianza nos coloca en un espacio de temor y vulnerabilidad. Si por nuestro condicionamiento, al sentir estas desazones, estas fragilidades, en lugar de sentirlas y escucharlas, les escapamos compulsivamente, no le daremos lugar a que ocurra la alquimia o el aprendizaje, es decir, la mutación de un estado al otro, pasar del temor a la confianza, como si en física pasaramos de energía potencial a energía cinética. Reposo y movimiento no pueden existir uno sin el otro, son contrarios y a la vez son lo mismo, o al menos partes de una misma unidad, por así decirlo. De este mismo modo confianza y desconfianza también conforman una unidad (al igual que cualquier par de opuestos).

Por esto al llegar los momentos de fragilidad y temor, es muy recomendable hacerse un lugar en la vida para habitar estas emociones. Simplemente sentirlas, no es necesario pensar compulsivamente en ellas, darse lugar a sufrir sin más. Cuanto menos diálogo le pongamos al asunto mejor, aunque es probable que no sea tan sencillo silenciar las palabras que surgen en la mente y ésta empiece a dar vueltas en círculos viciosos, convirtiendo lo que es simplemente una emoción en explicaciones, imágenes, historias y símbolos. Tratar de callar la mente a la fuerza tampoco será un buen método, ya que esa fuerza de control será la misma mente, simplemente haciéndose pasar por alguien más, así que ella seguirá en su juego, en su círculo vicioso. Quizás esto no sea muy preciso, pero creo que al adosar estas explicaciones e imágenes mentales, aquí es cuándo a la simple sensación de temor se le suma la desconfianza, ya que en lugar de simplemente habitar el sentimiento se lo trata de explicar y solucionar para salir de él como si este fuese un error. Como si para la oruga el contraerse fuese un error; si ésta no se contrae jamás se expandirá. Dicho de un modo más fuerte, es como si sólo quisiéramos oler el aroma de rica comida pero no el de la mierda que inevitablemente excretaremos, a pesar de que vemos que existe alguna clase de deseo animal por oler la propia mierda luego de excretarla, algún tipo de información viene de ella, esa información no tiene por qué ser algo que se le suma, su olor es la información en sí misma. Sin embargo, si alguien llega a admitir que tiene el deseo de hacer esto, será muy factiblemente considerado desagradable (aunque seamos honestos!). Por alguna razón hemos generado un gran rechazo hacia nuestra propia mierda, quizás por esto es que no sabemos qué hacer con toda la mierda que generamos y por no enfrentarla y reutilizarla, cada vez llenamos todo más de mierda, aunque lejos de nuestra vista, pero claro, no se puede hacer esto indefinidamente, tarde o temprano la mierda y el temor se harán presentes.


Entonces, tenemos al temor que se nos presenta surgiendo de las profundidades a pesar de nuestra voluntad. Y aquí la gran oportunidad: vivir la alquimia experimentándolo, o por el contrario "huir" a través de algún mecanismo represivo de la emoción. Esto último parece ser en lo que más experiencia tenemos o eso creo, por eso es que vivimos en una sociedad donde todos intentamos parecer muy seguros de nosotros mismos, donde el éxito y la confianza se venden como pan caliente. Pero claro, es sólo apariencia, una forma energética de compensar la enorme falta de confianza, el gran temor que nos provoca no saber, no entender.


Esta falta de entendimiento nos produce desconfianza, no sabemos bien qué hacer, ¿camino hacia A? ¿corro hacia B? ¿me tiro por C? La mente empieza a hacer conjeturas y pretende a través de saberes adquiridos destrabar emociones como si estas fuesen una ecuación matemática. Al no lograrlo desconfía, pero básicamente desconfía de sí misma por su propia incapacidad, pero como le hemos dado el bastón de mando a la razón, ésta con tal de no ceder su trono es reticente a aceptar su propia incapacidad, y actúa despóticamente mandando a las emociones al calabozo, tapando los gritos de auxilio con toda clase de chivos expiatorios, juergas y matanzas. Pero claro, tarde o temprano como bien se sabe, lo reprimido saldrá, asi que qué mejor que darle lugar a la desconfiazna y ver que esta reside en nuestra incapacidad de saberlo y comprenderlo todo, en nuestra incapacidad de controlar lo incontrolable. Es así que darle lugar a lo incontrolable, cuando se pueda, en un espacio de calma y escucha, claramente sea una gran opción, pues tarde o temprano lo incontrolable aparece y mejor que sea en un espacio de ternura para no salir más heridos de lo necesario.


Pareciera ocurrir que justamente a través de la inmersión en esta desconfianza, que surgió del no saber y del no poder, es que se genera la alquimia necesaria. Es precisamente luego de haberle dado el maceramiento que la emoción haya requerido, que este no saber empuja desde quién sabe dónde trayendo consigo una confianza inherente a la existencia, como la que podemos observar por momentos en animales, niñas y niños, una nueva forma de ver el mundo, en la que pareciera no importar cuál es el camino correcto, no hay camino correcto, yo soy el camino, vos sos el camino, somos el camino. Es así que al habitar la duda, la incógnita, con corazón abierto al dolor que provoca, trae consigo una fuerza que empuja con la potencia de lo desconocido, y justamente por no poderse conocer es que abandono mis intentos de entender y simplemente me resta confiar. Esta confianza, no es tanto una confianza en mí, sino una confianza en eso, en lo desconocido, aunque claro ¿dónde está la línea divisoria? porque podríamos verlo como la confianza en el yo que desconozco.

Entonces se ha producido la alquimia, de la falta de sentido aparece el sentido, de la desconfianza la confianza, del temor el amor. Lo desconocido, lo incontrolable, deja de ser sólo una fuente de dudas e incógnitas para ser también fuente de vida. Se disuelven las certezas y con ellas también las dudas.


© 2020 El blog que me pinta. Todos los derechos e izquierdos en su lugar.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar