Hámster (cuento)

04.07.2021

Estoy agotado, no paro de correr, me duele el cuerpo, me agobia la mente, me angustio. Siento estar en una carrera que empalma con otra largada, otra vez a correr y otra largada y otra y otra pero nunca un destino. Soy un hámster, propiedad de un pequeño y déspota bastardo que cree que darme un poco de comida balanceada es amor.

Dónde están los Paulo Cohelo cuando se los necesita, estuve buscando en la librería entre toda una pila de libros de autoayuda "Cómo dejar de ser un Hámster" pero no apareció. Al parecer a nadie le importa la problemática de los hámsters. Es triste. Necesito dejar de correr. Ni siquiera me mantiene flaco este ejercicio, estoy gordo por fuera y escuálido por dentro. Podría hacer ejercicio, salir a correr, pero justamente eso es lo que quiero evitar. Si salgo a correr quizás baje la panza, claro ¿y estar escuálido tanto por dentro como por fuera? El problema no es el cuerpo es la mente.

También busqué "Deje de pensar en simples pasos", no estaba. La librera me recomendó que me llevase un libro sobre meditación. No me convenció pero acepté su indicación de mala gana, así que aquí tengo conmigo "Técnicas de oriente para mentes de occidente. Charlas del gurú Oshito con sus discípulos". Leí algunas páginas, lo abandoné. Quiero dejar de pensar y en pocas páginas el tipo hablaba en círculos, usar el hacer para no hacer y el no hacer para hacer, pero de qué estás hablando, aflojale al circulito, ¿no ves que quiero salirme de esta rueda del hámster? ¡Cuánto chanta por dios! Así te mantienen comprándole libros y ellos te dan vueltas en una calesita, pero yo sé lo que necesito, yo quiero avanzar, NO quedarme girando sobre mi eje como un perro que se persigue la cola mientras ellos te sacuden la sortija en la cara. Así que volví a la librería decidido a indagar lo que siento, porque parece que la mente con la mente no se puede combatir, a ver si le entro por algún lado más emocional.

Busqué un título "Salir de la angustia o angustiarse en el intento". La librera me recomendó "Tus zonas hediondas" de un John Wayne algo, un yankee. Qué título. Me causó gracia así que lo compré. Este lo pude leer un poco más porque el tipo hablaba de sus propias tristezas, me gustó, pero cuando empezó a recomendar cómo lidiar con ellas se fue todo al carajo otra vez, que visualizar mis temores de frente, que abrazarlos ¡otra vez sopa! ¿Abrazar mis temores? si lo que quiero es que se vayan, ¿no querés que les haga un asadito? Quizás les puedo servir un vasito de vino, ahí la angustia se prende el fueguito y yo compro la carne. Al que van a cocinar es a mí.

Volví a la librería cambié el enfoque me llevé un libro sobre hámsters. Estoy sorprendido. Son animales que salen al anochecer a buscar su alimento y viven en madrigueras bajo la tierra donde almacenan sus recursos. Encima son tremendamente solitarios, tratan de estar lo más lejos posible los unos de los otros así no compiten por alimento. Si se los junta puede ocurrir una rivalidad por el territorio atroz. Esto pasa porque viven en zonas hostiles, grandes estepas donde suele hacer mucho frío y escasea el alimento. Para colmo el pobre animal suele ser presa de otros más grandes por lo que lleva el temor en sus genes como forma de resguardarse, suelen ser escurridizos y evasivos, es así que al tenerlos en cautiverio se recomienda mucha paciencia para lograr un trato cercano con ellos. Pobre animalito sólo necesita un poco de paciencia.

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